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Foto: Raúl Antonio Oliva Muñoz

No hay primera sin segunda: La Marcha por la Igualdad

Contada desde dentro

La campaña por la Unión Civil nos llenó de esperanza. Imposible desconocer el capital social que trajo a nuestro movimiento LGTBI: una ola de opinión pública a favor, un montón de gente común saliendo del clóset, mayor visibilización de la lucha al interior del país, políticos que sí o sí tuvieron que hablar de nuestros derechos y de nosotros/as LGTBI para apoyarnos o rechazarnos, pero mencionarnos al fin y al cabo. Se volvió inevitable.

Pilar Rojas

Publicado: 2015-04-13

Soy activista (o militante como prefiero llamarme) desde el 2009. Mi primer espacio de militancia fue el MHOL, luego el Bloque Estudiantil LGTBI (donde diversos grupos universitarios LGTBI articulaban cosas loquísimas desde intervenciones urbanas en que irrumpíamos el espacio cómodo de la gente heterosexual, nos visibilizamos como maricas y machonas, pasando por debates políticos, eran tiempos de elecciones municipales y presidenciales). Muchas compañeras me presentaron el feminismo y yo lo abracé. Recuerdo un tallercito del PDTG en la que confluían muchas luchas: el movimiento de mujeres, el feminista, la de las comunidades campesinas e indígenas, el LGTBI, entre otros; recuerdo haberme sentido en casa. Al socialismo en cambio fui yo quien lo busque.

[Comparto estas líneas para entender mi lugar de lucha y enunciación].

Campaña por la Unión Civil ¡YA!: La lucha en las calles

Con lo poco o mucho aprendido en este recorrido, en septiembre de 2013 iniciamos la campaña por la Unión Civil entre personas del mismo sexo, días después que Carlos Bruce anunciará su proyecto [que había sido apenas consultado por algunas organizaciones LGTBI].

Comenzamos con un fanpage UniónCivilYa!, como una travesura necesaria frente a todas las preguntas que el proyecto generaba. Luego convocamos a una plataforma por la Igualdad en el 2013 a la que llegaron diversas organizaciones y personas independientes LGTBI.

Para ese entonces, me ofrecí coordinar el voluntariado: mucha gente se sumó, organizamos los primeros piquetes, llevamos planillones, carteles, volantes. Fueron más de 8 piquetes en diversos distritos limeños, algunos en las playas para aprovechar la afluencia de gente en verano. 

Este era nuestro speech con el que abordabamos a la gente: 

1) Si no había escuchado hablar de la Unión Civil: 

Speech A: la ley de la UC es una ley que busca garantizar los derechos de las parejas lesbianas y gais, derechos que… bla bla 

2) En caso sí hubiera escuchado hablar de la Unión Civil: 

Speech B: Qué opina usted? Está de acuerdo? (primero escuchábamos luego en caso la respuesta era negativa la rebatíamos aguerridamente. Y claro celebrábamos las opiniones afirmativas con una firma, una foto y alegría en el corazón). 

En ambas situaciones, algunxs jóvenes nos enunciabamos como lesbianas o gais al momento de presentarnos, luego esto fue trasladándose a la mayoría de voluntarixs y poco a poco fuimos todos (bueno casi todos) visibilizándonos y nombrándonos. Esto de hecho fue un gran logro, sino el mayor logro!

Fueron meses intensos de verano de 2014, gente que se iba sumando, varias personas a las que antes el movimiento LGTBI (o lo que entendemos por este) no les había resultado atractivo por diversas razones, se fueron acercando y comprometiéndose. 

Agregar a ello que la campaña no fue tradicional, el uso de las redes sociales fue nuestro principal apoyo, pudimos llegar a personas que normalmente las organizaciones LGTBI no contactamos. 

I Marcha por la Igualdad: Juntos/as por la Igualdad

El 12 de abril de 2014, se llevó a cabo la I Marcha por la Igualdad, la marcha más grande del movimiento LGTBI en toda su historia. Esta no fué la única movilización por nuestros derechos, ni tampoco  se dió solo en Lima, como mencioné antes hubieron piquetes e intervenciones. Después de ella vinieron más plantones y marchas. Incluso los LGTBI’s marchamos al Congreso y no fuimos invisibilizados porque ésta vez éramos los actores principales.  

La campaña por la Unión Civil nos llenó de esperanza. Imposible desconocer el capital social que trajo a nuestro movimiento LGTBI: una ola de opinión pública a favor, un montón de gente común saliendo del clóset, mayor visibilización de la lucha al interior del país, políticos que sí o sí tuvieron que hablar de nuestros derechos y de nosotros/as LGTBI para apoyarnos o rechazarnos, pero mencionarnos al fin y al cabo. Se volvió inevitable.

El II semestre del 2014 fue de baja, nos tomó por sorpresa cuando se nos anunció que la Unión Civil no se debatiria hasta marzo de 2015 con pocas probabilidades de pasar la primera valla: la Comisión de Justicia y DDHH. Nos preguntábamos si hasta allí había llegado nuestra lucha. Tanto trabajo para que nos siguieran postergando, chocandonos nuevamente contra los prejuicios y la homofobia de quienes debieran legislar en base a los derechos ciudadanos y no en sus tan personales creencias religiosas o morales. 

Pero no nos detuvimos...

Inicios del 2015: A mil por hora

A inicios de febrero volvimos a juntarnos frente a la posibilidad de que el debate por la UC se diera en la comisión, pero no iba a ser tarea fácil, eso ya lo sabíamos. Teniamos que generar estrategias para que el tema volviera a la agenda mediática y política luego de varios meses sin presencia.

Se convocó a diversos colectivos LGTBI y de sociedad civil y logramos la primera actividad que nos dío el impulso requerido para presionar mediaticamente al legislativo: los #130Motivos por la Unión Civil, en la que aproximadamente 200 compañeros y compañeras escribieron sus motivos por los que UC debia minimamente discutirse. Así se podian leer mensajes como: "porque mi amor merece los mismos derechos", "porque la discriminación me apesta", "porque quiero que mi estado civil no solo cambie en facebook, sino en Reniec", "por igualdad", "porque quiero tener la posibilidad de decidir si me caso o no, aunque no lo quiera"

Es asi que conociendo la fecha de debate  (el 10 de marzo) realizamos una conferencia de prensa para dirigirnos a esos congresistas que en un par de horas más iba a tener la oportunidad de saldar una deuda con nuestra comunidad. Pero el Congreso de la República decidió archivar el proyecto y con ello justificó la discriminación y el rechazo a miles de personas gais y lesbianas. Mientras tanto, fuera del Congreso una multitud de evangélicos (traidos en buses) reflejaba el sector más conservador de este país. Pero no eran los únicos, al frente estabamos nosotras/os, quienes habremos sido menos en número pero que en convicciones e indignación nadie nos ganaba.

En marzo 2015, hubieron 2 marchas multitudinarias a favor de la Unión Civil )(#TomaLaCalle,  #Indígnate), un plantón que se convirtió también en marcha a Plaza San Martín y en ese mismo lugar una vigilia. Cuatro movilizaciones en menos de 30 días en Lima, sin contar las que hubieron en Arequipa, Cusco, Trujillo, Tacna, Iquitos y Chiclayo.

Para el Colectivo Unión Civil ¡Ya! la lucha por la Unión Civil se cerró el 14 de marzo con la Marcha #Indígnate. Entonces decidimos apuntar por principio y por derecho a todo lo que nos ha correspondido siempre: la igualdad plena.

II Marcha por la Igualdad: Punto de partida

Habian archivado la Unión Civil, pero al contrario de lo que muchos creyeron, esta no había sido ninguna derrota. Se había obtenido lo que desde inicios del 2013 buscábamos al embarcarnos en esta aventura: visibilización nacional de la comunidad LGTBI y así fue.

No solo se logró que se hablara de la Unión Civil y de las parejas del mismo sexo, también el debate público saco a flote aquello que realmente detestan los sectores conservadores y antiderechos: nuestra "incomoda" existencia.

A estos logros se sumo la esperanza, ingrediente necesario para todo movimiento social que apunta a mantenerse vivo. La II Marcha por la Igualdad apuntó a ello, el mensaje tenía que quedar claro: No solo luchamos por la pensión, la herencia o la seguridad social. Luchamos por nuestra igualdad y dignidad.

La II Marcha por la Igualdad programada para el 11/04 fue planificada desde inicios de marzo 2015, todo un equipo que se la jugaba para que la actividad más grande de la comunidad LGTBI limeña liderada por la sociedad civil pudiera ser posible.  Porque si algo aprendimos en la campaña por la Unión Civil fue eso, a soñar en grande y actuar para hacerlo posible. 

El trabajo fue arduo. Para hacer posible esa hora y media de marcha y 6 horas de concierto, más de 12 personas se dedicaron casi 200 horas c/u a trabajar. La última semana antes de la marcha recortamos nuestras horas de sueño y le robamos horas a nuestros trabajos, reducimos nuestra ingesta de calorías porque muchas veces no nos daba la vida para comer, tuvimos reuniones de emergencia hasta la 1:00am, quienes tenían movilidad (apenas dos) manejaron varios kms para vender los polos, recoger materiales, prestamos de nuestro dinero, le pedimos prestado dinero a nuestras familias, incluso algunas de mis compañeras se quedaron durmiendo en otras casas para poder finalizar la tarea encomendada.

Tuvimos muchas dificultades en el camino:

- La Municipalidad de Castañeda, a pesar de haber presentado la solicitud con 40 días de anticipación, nos denegó el pedido. Fuimos 4-5 veces. Gente valiosa nos ayudo. Insistimos e insistimos hasta que nos dieron el visto bueno un día antes de la marcha.

- Nuestras vocerías políticas no lograron coincidir: Verónika Mendoza y Sergio Tejada, congresistas comprometidos, con quienes habiamos trabajado durante la campaña se encontraban fuera de Lima y solo estuvo presente Carlos Bruce . 

- Los personajes públicos seguían hablando de la Unión Civil en sus mensajes, tuvimos que escribirles, llamarles, pedirles que se grabaran una vez más y explicarles que ahora ibamos por la Igualdad Plena.

- Hacer un evento de esa magnitud costaba 4 veces más de lo planificado. Había que enviar más de 50 cartas a diversas personas, apenas unos cuantos respondieron. 

- Faltando cuatro días el proveedor de escenario nos canceló, porque no le habiamos pagado lo acordado. Luego felizmente entró en razón y nos tuvo paciencia. 

-  Para poder gestionarnos mandamos a hacer polos, los cuales en mayoría fueron pagados con préstamos propios o de nuestros familiares  [a quienes aún no cancelamos y pedimos su comprensión]. Algunos fueron vendidos en establecimientos con VISA para mayor facilidad, pero la mayoría los repartimos en las calles y en la misma marcha.

- Aún así los números iban en rojo, nos apoyamos en la fiesta "Celebra la lucha", siempre en cuando pudieramos aportar al mensaje comunicacional, el lugar fuera accesible económicamente. Se negocio eliminar la zona VIP, pues como lo hicieron notar algunxs era incompatible con la igualdad.

- Pudimos tener en el escenario a casi cualquier personaje público como presentador pero decidimos que no ibamos a invisibilizar nuestro propio esfuerzo. Las dos personas que moderaron el evento tienen menos de 25 años [uno de ellos apenas 19 años]. Aunque claro los medios de comunicación no entienden de esfuerzos y ponen las cámaras en lo rostros que más venden.

[Comparto solo algunas de las dificultades internas. Creo que es importante reconocer el trabajo realizado para llevar a cabo la marcha y el concierto por la igualdad].  

La II Marcha por la Igualdad nos ha traido ya logros, que no solo le pertenecen al Colectivo UCY sino a quienes marcharon, prepararon su pancarta, arengaron y corearon consignas por la libertad y la igualdad, de cada persona que hizo suya esta marcha y nuestras demandas. Quisiera resaltar la lucha que estamos dando por transformar el imaginario social o conciencia colectiva. Por ejemplo: en la mayoría de movilizaciones sociales, los medios de comunicación terminan reduciendo en sus noticias el número de participantes. No importa si son miles, al día siguiente en las portadas podemos ver: "cientos de manifestantes...". Y nuestras movilizaciones LGTBI no eran la exepción. Pero la acogida y cobertura de la II Marcha por la Igualdad, era innegable. Habíamos sido miles y eso ya no se puede ocultar.

Aprendizajes/Retos

Aprendizajes miles y retos más. Estos intensos 18 meses de campaña, nos han enseñado que la agenda LGTBI debemos decidirla nosotrxs. Y para ello necesitamos tomar el poder, organizarnos, prepararnos, planificar, articular y así evitar que personas externas o, porqué no decirlo, internas, capitalicen solo individualmente un trabajo que es meramente colectivo. 

Foto: pilar rojas

Algunos datos del Colectivo Unión Civil ¡YA ! o Colectivo UCY para lxs amigxs 

El Colectivo Unión Civil Ya! ha puesto bajo sus hombros la campaña por la Unión Civil, que ha sido liderada por gente joven, la gran mayoría lesbianas. Por cada 5 chicas hay un chico.

Es importante resaltar que para el 70% de personas que conforman el Colectivo UCY, este ha sido su primer espacio de militancia LGTBI y visibilización. Actualmente el 90% de lxs activistas del Colectivo UCY están fuera del clóset. Cerca del 60% tienen menos de 25 años y el 80% somos mujeres.

Escríbenos: unioncivilya@gmail.com


Escrito por

Pilar Rojas

Lesbiana y feminista.


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